El más suave de los macerados oleosos, con propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y antipruriginosas. Su actividad calmante se debe fundamentalmente a la fracción insaponificable y a los fitoesteroles que contiene este macerado. La caléndula es ideal para el cuidado del bebé y las pieles sensibles, para calmar escozores y picores. Es un aceite seguro y fácil de utilizar, que puede actuar por sí solo o, en el caso de pequeñas heridas de adultos, de forma sinérgica con pequeñas dosis de otros aceites esenciales con actividad complementaria, como el espliego macho, la jara, la manzanilla romana o la manzanilla alemana.