El aceite de Monoï de Tahití es eficaz contra la deshidratación, aumenta la elasticidad y la capacidad para retener la pérdida de agua. El efecto del aceite de Monoï es total en la piel, por lo que será menos frecuente que la piel quede seca y deshidratada. Posee un efecto protector frente a las exposiciones al viento, sol y frío. Su uso es adecuado para todo tipo de piel, incluso la del bebé. Después del baño al ser rociado sobre el cuerpo se consigue una piel suave y perfumada, dejando una ligera capa protectora en la superficie de la piel. Al darse ligeros masajes, sobre todo el cuerpo, hidrata la piel, la nutre y la suaviza dándole un aspecto satinado.