¿Qué crema me pongo primero?
Empezar el día y terminarlo con una correcta rutina de skincare es imprescindible para conseguir la excelencia en la piel. Como todo en la vida, no hay resultado sin esfuerzo. Identificar las necesidades de nuestra piel, satisfacerlas con los productos adecuados y la constancia son las tres claves indispensables para que lleguemos a lucir una piel perfecta.
Crear una rutina cosmética perfecta es como construir una casa, hay que utilizar los materiales en conjunto para crear una estructura fuerte. De la misma manera funcionan los cosméticos, además de tener en cuenta sus principios activos y excipientes, también hay que fijarse en su peso molecular y densidad, de esta manera conseguiremos poder tener toda la estructura de nuestra piel cubierta. Como regla general, debemos destacar tres fases diferenciadas del tratamiento: la limpieza, la hidratación y el perfeccionamiento. Estableciendo un orden de menor a mayor densidad.
Limpieza
En este apartado nos centraremos en dejar nuestro lienzo de la piel en blanco, eliminando toda clase de partículas innecesarias que pueden opacar y obstruir nuestra piel.
1. El aceite limpiador como primer paso de la limpieza, completamente necesario de manera nocturna, ya que es el único que consigue arrastrar a la perfección los restos de maquillaje. Durante el día podríamos prescindir de él.
2. Limpiador jabonoso, un fundamental en nuestra rutina, ya que consigue arrastrar partículas de polución, secreciones como el sudor y células muertas. De uso diario en la mañana y en la noche. También podemos identificar en este punto limpiadores como el agua micelar o los productos bifásicos.
3. Limpiador específico de ojos, es de gran importancia que el producto que utilicemos para eliminar el maquillaje de nuestros ojos haya sido testado oftalmológicamente, para que no nos produzca irritación y cuide del pelo de nuestras pestañas y cejas. Por regla general suelen ser bifásicos con base oleosa.
4. Exfoliantes, no son de uso diario, según las últimas investigaciones sobre la regeneración celular y el microbioma es aconsejable su utilización cada 10-21 días. Podemos encontrar exfoliantes mecánicos con diferentes mecanismos de arrastre como los polímeros, cáscara de fruta, sal, azúcar o enzimáticos. Y también podemos encontrarlos químicos, por regla general formulados con AHA y BHA.
5. Mascarillas limpiadoras, no son de uso diario. Siguen los mismos consejos de utilización que los exfoliantes. Suelen estar formuladas a bases de arcillas o de componentes astringentes.
Hidratación
1. Tónico, paso de gran importancia en la rutina al que solemos restarle importancia. Nada más lejos de la realidad, es uno de los productos de enlace más importantes. Cuando limpiamos la piel realizamos una alteración del ph, es de suma importancia que devolvamos a la piel a su ph inicial, y esto es de lo que se encarga el tónico. Ayuda a la piel a volver a un estado de correcta asimilación del resto de productos. Podemos encontrarlos con un sinfín de propiedades y principios activos.
2. Hidrolatos o lociones, son un paso que se ha puesto muy de moda desde las famosas rutinas coreanas. Y es que la tan famosa rutina asiática no entiende como al día hacemos 5 comidas y no “alimentamos” nuestra piel más veces a lo largo del día. Por lo que, la loción es un producto fantástico para llevar con nosotros e ir refrescando nuestra piel durante el día. Dentro de la rutina cosmética, lo podríamos aplicar después del tónico y aprovecharnos de una hidratación extra. Por lo general, suele tener un peso molecular muy bajito por lo que llegar a capas más profundas de la piel suele estar garantizado.
3. Sérum, un producto fundamental en la rutina, ya que hace de efecto puerta a partes de la piel a las que la crema no llega. De manera general, suelen tener un peso molecular bajo, pero podemos encontrar diferentes clases de sérums y presérums desde más densos a menos. Suelen trabajar con principios activos como el ácido hialurónico, la vitamina c, el retinol, etc. Se utiliza por la mañana y por la noche, siempre que sus componentes no sean fotosensibilizantes.
4. Crema, es la encargada de mantener hidratada y protegida las capas superiores de la piel. La podemos encontrar en muchísimas versiones y texturas, por lo que es importante identificar nuestro tipo de piel para saber el tipo de crema debemos utilizar. Lo más habitual es encontrar cremas hidratantes de uso diario y nutritivas para la noche, aunque esto depende de muchos factores.
5. Protectores solares, serían el último paso de la mañana en la rutina solar. No hay mejor forma de tratar los efectos de la radiación solar en la piel que evitarlos. Y recordemos, en todos los sitios donde nuestros ojos pueden ver sin la necesidad de una luz artificial, hay incidencia de rayos solares, aunque el sol no nos esté dando de forma directa.
Perfeccionamiento
1. Ampollas, podemos encontrarlas de muchas clases, por regla general suelen ser de formulación simple centradas en necesidades cutáneas, acabados ópticos o centradas en uno o varios principios activos. El orden de aplicación viene precedido por las indicaciones del fabricante.
2. Mascarillas hidratantes, una forma genial para aportar un extra de hidratación a la piel, normalmente son de uso nocturno y no tienen aclarado, Podemos encontrarlas en muchas versiones con infinidad de componentes.
3. Aceites, normalmente de origen natural. Nos pueden servir para darle un extra de hidratación a nuestra crema o sérum. Podemos encontrar gran cantidad de ellos, como aceite de rosa mosqueta, argán, jojoba, lavanda...
¿Son necesarios todos los pasos?
Sí, si queremos que nuestra rutina satisfaga el 100% de las necesidades de nuestra piel. Esto es como construir una casa, si vamos quitándole materiales, la estructura no será tan sólida y con el paso del tiempo iremos viendo grietas. Pero para una rutina de emergencia, en una ocasión puntual, los imprescindibles serían: un buen limpiador jabonoso, un tónico, contorno de ojos, crema y protección solar.
¿Todos los productos deberían ser de una misma línea o marca, o podemos combinarlos a nuestro gusto?
Es más complicado de lo que parece, hay muchos principios activos que no pueden ser mezclados y hoy en día cada vez los cosméticos son más ricos en sustancias activas. Niacinamida y Vitamina C, Retinoles y AHAs, y un largo etcétera de combinaciones con las que debemos tener cuidado. Por ello, lo mejor es dejarse asesorar por un experto que conozca este tipo de combinaciones. Por regla general, utilizar toda la gama de una misma marca sería menos arriesgado, ya que las firmas apuestan por la correcta combinación de sus componentes.