Proteger el cabello del sol
Estamos en pleno verano y nunca es un mal momento para recordar la importancia de la protección solar continuada, pero sobre todo en esta época del año. Para la piel, ya sabemos lo que hay que hacer: elegir un factor de protección solar adecuado a cada uno, embadurnarnos el tiempo recomendado antes de la exposición, aplicar regularmente según las recomendaciones. Pero ¿y el cabello?
A diferencia de lo que pasa con la piel, la exposición al sol del cabello no supone ningún peligro para nuestra salud -a no ser que nos expongamos a quemaduras en el cuero cabelludo, en caso de tener alguna zona descubierta-. Pero nuestra melena no es immune a los efectos de la radiación solar: puede sufrir sequedad, volverse más débil y fácil de romper...
A este problema se le suma el desgaste que producen al pelo el agua de mar y el cloro de la piscina: la sal marina se instala en él y empeora su estado y el cloro tiene efectos negativos en el brillo capilar. Así pues, si queremos cuidar y conservar el buen aspecto de nuestra melena, es conveniente utilizar algun producto que lo proteja, por lo menos, de la radiación solar. Así podremos prevenir el desgaste y la sequedad, las puntas abiertas y que se vuelva más quebradizo.
Lo ideal sería utilizar algún filtro físico como una gorra o un sombrero, pero si no es posible existen algunos productos diseñados expresamente para esta función que se convertirán en nuestros aliados: sprays protectores, lociones, champús con filtro solar y champús aftersun... Tenemos diferentes opciones para combinarlas y/o elegir cuál es la que más se adapta a nuestras rutinas y hábitos.
Antes de la exposición
Tenemos productos a nuestro alcance que previenen los daños al cabello durante la exposición al sol como aceites o leches capilares. Cada producto tiene sus indicaciones de aplicación, y adaptándonos a ellas, las pautas y cuidados son parecidos a las de la aplicación del protector solar de la piel. Por ejemplo, en el caso de algunos sprays la loción se debe pulverizar en el cabello seco o mojado antes de la exposición, no aclarar y reaplicar tras el baño.
De esta manera prevenimos los posibles daños que sufriría nuestro cabello si no lo protegiéramos. Elige productos con componentes como aceite de girasol, que combinados con los filtros solares mantienen mejor el brillo y el color. También puedes tener en cuenta los ingredientes hidratantes como aceite de oliva, de jojoba, uva... para hidratar y nutrir el pelo para compensar las secuelas del sol.
Después de la exposición
Al volver a casa de un largo día de playa y piscina lo que nos apetece más es una buena ducha. Ese momento es una buena oportunidad para continuar cuidando nuestro pelo. En primer lugar, podemos utilizar un champú solar nutritivo que elimine todo lo que agrede a la fibra capilar como residuos de protección solar, sal, arena o cloro y compense los efectos desecantes de los UV. Podemos complementarlo con un aftersun capilar y nutrir el cabello en profundidad para que el pelo se recupere de los daños del sol, así como para aportar sensación de confort y frescor.
También nos ayudarán mascarillas nutritivas para que el pelo conserve su hidratación y no se reseque demasiado y aceites reparadores de puntas para evitar los daños del sol, el cloro y la sal. Además, es especialmente importante que protejas tu cabello si está teñido, ya que si el pelo en verano sufre, si le has cambiado el color todavía más, así que hidrátalo intensamente, además de protegerlo.
Consejo práctico de iDermo: si al inicio del verano cambias de champú y lo sustituyes directamente por uno con protección solar o propiedades aftersun, te aseguras de cuidar siempre tu cabello casi sin darte cuenta, ya que no supone ningún paso extra. Así, si un dia te olvidas aplicar protección cuando vayas a la playa o piscina, los daños serán menores.