Protección solar para niños
Desde iDermo insistimos y recalcamos la necesidad de tomar medidas y precauciones para no sufrir ningún riesgo al exponernos al sol. En este sentido, proteger la piel adulta es importantísimo, pero hacerlo con la de los niños es fundamental. En este post encontrarás consejos para que los más pequeños puedan disfrutar del sol sin ningún riesgo.
El sol es bueno, pero con precaución y unos cuidados específicos. La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) remarca cada año la importancia de tomar el sol con precaución, ya que mucha gente, con el objetivo de broncearse, no se protege como es debido y esto, a la larga, puede acabar con consecuencias tan negativas como un cáncer de piel.
La piel de los niños tiene unas características diferentes a la piel de los adultos, con lo que la protección a aplicar debe ser más específica y rigurosa. Por ejemplo, la piel de los más pequeños tiene mayores posibilidades de sufrir quemaduras solares porque su capa protectora es más fina. Asimismo, la ausencia de vello, lo cual también hace que la piel de los peques esté más desprotegida.
Dado que la piel infantil es más frágil, te facilitamos algunos consejos a tener en cuenta para este verano:
- Los bebés menores de seis meses no deben ser expuestos al sol, ya que no segregan aún la melanina necesaria para protegerse y no es conveniente aplicarles protectores solares.
- En niños mayores de seis meses, evitar la exposición entre las horas más fuertes de sol (de 12 a 16 horas). Fuera de esta franja horaria, cabe recordar que la mejor protección es la ropa. Asimismo, los gorros y las gafas de sol serán su mejor complemento para estar del todo protegidos.
- A la hora de comprar protectores solares, es conveniente que sean específicos para niños, ya que estos llevan filtros que les protegen de los rayos UVA, UVB e infrarrojos. Además acostumbran a ser resistentes al agua, al cloro y a la transpiración.
- Al aplicar el protector, es recomendable hacerlo media hora antes de la exposición, para que la piel tenga el tiempo suficiente de absorberlo.
- Se debe repetir la aplicación cada dos horas, aproximadamente, y después de cada baño.
- Después de la exposición solar, es recomendable aplicarles productos calmantes y nutritivos que contengan, por ejemplo, aloe vera. También se puede optar por after-sun para niños, fáciles de extender gracias a su textura ligera y que contienen ingredientes refrescantes.
En iDermo encontrarás productos específicos para los más pequeños, desde protectores solares -para todo tipo de pieles: sensibles, atópicas, normales, etc. y de diferentes filtros-, hasta multitud de leches y diversidad de cremas reparadoras altamente nutritivas para después del sol.