Planchas de pelo y salud capilar

A veces para tener mejor aspecto alguna parte del cuerpo se daña, algo que es bastante paradójico. El cabello planchado y perfectamente moldeado queda muy bonito, pero según el tipo de pelo que se tenga puede ser necesario aplicar mucho calor y muy a menudo para conseguirlo, y eso puede acabar siendo muy perjudicial para la salud capilar.

Aplicar calor directo al pelo con una plancha puede ser muy dañino, sobretodo si lo hacemos a diario. De las varias capas que tiene el cabello, la cutícula es la más superficial. Es la primera barrera que se encuentran los agentes externos y es también la zona de actuación de la mayoría de tratamientos capilares.

La cutícula está compuesta en gran parte por queratina, que normalmente tiene una estructura en forma de hélice. Cuando usamos la plancha para alisar o moldear el pelo, el contacto directo con el calor modifica la forma de las estructuras de la queratina, que se vuelven lineales, y el cabello se debilita. No pasa nada por utilizar la plancha de vez en cuando si usamos un protector capilar, pero el calor en exceso a diario puede provocar que el pelo se queme, se vuelva más seco y fácil de romper.

¿Qué hay que tener en cuenta si usamos plancha para el pelo?

Proteger el cuero cabelludo

La piel es más o menos sensible según la zona, y en el cuero cabelludo es especialmente frágil. Por lo tanto, es estrictamente necesario utilizar algún tipo de protector para la zona cuando usemos calor para el pelo.

Hay que aplicar el protector capilar antes someter el cabello el calor. La mayoría son en spray, así que es muy probable que nos quede algo mojado cuando lo apliquemos. Antes de usar la plancha hay que secarlo del todo, preferiblemente esperando a que se seque naturalmente y, si no queda otro remedio, con el secador.

Cabello seco del todo

Actualmente existen planchas que, en teoría, pueden usarse con el pelo mojado. Aún así, es preferible que antes de usar la plancha te asegures que tu cabello está seco, ya que sino los efectos negativos del calor pueden ser más graves.

Lo ideal es dejar que el cabello se seque al natural y luego utilizar la plancha cuando esté totalmente seco, pero si no hay tiempo y/o no hay más remedio, sécalo antes con el secador, siempre será mejor que aplicarle utilizar la plancha con el pelo mojado. Pero recuerda que el secador también es una forma de aplicar calor y utilizarlo con exceso puede ser agresivo y deteriorar la salud capilar.

Pelo desenredado

Desenreda el pelo antes de utilizar la plancha. Si tienes muchos enredos y nudos mientras aplicas el calor en ellos, el daño que puede hacerle la plancha empeora y pueden quemarse más fácilmente.

Déjalo descansar

Si puedes, intenta no utilizar la plancha como algo de uso diario. Intenta buscar nuevos peinados que te gusten y te permitan llevar el pelo al natural algunos días. Deja que respire al menos un día entre alisados para recuperarlo y que no se vaya dañando día sí y día también.

Hidrátalo

Además del protector capilar, que es indispensable, es recomendable que utilices una mascarilla hidratante y nutritiva regularmente para evitar que se vaya acumulando el daño en el cabello y evitar la sequedad y que se vuelva demasiado quebradizo.

Una buena plancha

No todas las planchas son iguales. Las hay de diferentes tamaños, algunas tienen el cable giratorio para poder moverlas mejor cuando las usamos... Y relacionado con la protección del cabello, también hay algunas cosas a tener en cuenta: mejor elegir las que permiten regular la temperatura y las que tienen materiales aislantes que evitan el contacto directo del pelo con el calor, protegiéndolo. Una plancha de calidad puede marcar la diferencia en la salud de tu cabello.