La piel y el cabello después del verano

Tener la piel y el cabello bonito después del verano es un reto para todos. El sol, el cloro, la sal... hay muchos ítems del verano que van desgastando nuestra piel y nuestro cabello. Ahora que bajan las temperaturas y recuperamos el ritmo habitual es imprescindible que añadamos algunos cuidados fundamentales a nuestra rutina para recuperarnos de la época de calor. Como siempre, será importantísimo que mantengamos una buena hidratación general y que nos continuamos protegiendo del sol para prevenir el envejecimiento de la piel y el daño cutáneo. ¡No hay que bajar la guardia con los cuidados de nuestra piel y cabello! Ser constantes es la única opción para recuperarlos.

Consejos para recuperar la piel:

Exfoliación:  como primer paso, es recomendable exfoliar la piel para eliminar las células muertas, impurezas y rugosidades que ha podido dejar el daño de las condiciones del verano, con ello mejoramos la oxigenación y facilitamos la regeneración de la piel.

Hidratación:

Después de la ducha, por la mañana, antes de acostarnos… Hemos de dedicar algún momento del día, como mínimo, a hidratar la piel para mantenerla sana. Los tratamientos de vitamina C son una gran opción para una hidratación extra, además de que nos pueden ayudar a prolongar el bronceado.

Es importante que los hombres que suelen llevar barba deben tener en cuenta que el crecimiento de la barba tiende a resecar más la piel y eso puede provocar descamaciones y picores. Para prevenirlo debes aplicar un aceite o bálsamo, con el que se conseguirá suavizar el pelo de la barba y los picores.

Además no olvides consumir agua, es vital para hidratarnos por dentro y por fuera.

Las Mascarillas faciales te aportarán un plus de hidratación a la piel. Puedes aplicarlas una o dos veces por semana, incluso hay algunas que se utilizan mientras duermes y son tanto para hombres como mujeres.

Consejos para recuperar el cabello:

Cortar: si en algún momento has pensado en hacer un cambio de peinado, este puede ser un buen momento. En cualquier caso, puedes cortar las puntas y las partes más dañadas, ya que cortar y sanear tu pelo le permitirá crecer sano y fuerte.

Hidratación: igual que con la piel, hay que establecer una rutina fija de hidratación del cabello para mantener una buena salud capilar. Los aceites son una buena opción, teniendo siempre cuidado de no utilizar demasiada cantidad para que el pelo no quede apelmazado.

Nutrición: se recomienda el uso de mascarillas, acondicionares o bálsamos que nutran el cabello y la fibra capilar. Los hay de muchos tipos y se adaptan a las necesidades de cada tipo: anticaída, seco, graso, etc. Se pueden aplicar varias veces a la semana dependiendo de cada producto, se recomienda adaptarse a las instrucciones de uso.

Cuidados: durante unas semanas, mejor evitar tintes fuertes y tratamientos agresivos como secados a altas temperaturas -mejor dejar secar el cabello de forma natural-, planchas, tenazas… Es importante dejar descansar el pelo para darle tiempo de recuperarse correctamente. Como extra, mejor peinar con un cepillo de púas suaves y hechas de fibras naturales.

Recomendaciones extra:

Higiene: tanto con el champú como con el gel de baño, utilizar productos con fórmulas libres de elementos tóxicos y agresivos, que respeten el estado natural de la piel y el cabello.