Dejar de fumar
Los datos son alarmantes: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco mata a casa 6 millones de personas al año. De estas, más de 5 millones son fumadores consumidores del producto, el resto se trata de fumadores pasivos. Además del daño en la salud, este hábito tan nocivo también tiene efectos muy negativos en el aspecto físico y en la piel. Descúbrelos…
Efectos del tabaco en la piel y en tu aspecto:
- Bolsas bajo los ojos porque –según un estudio realizado por la Universidad Johns Hopkins- los fumadores tienen cuatro veces más probabilidades de dormir mal que un no fumador. Posiblemente esto es debido a la abstinencia a la nicotina durante la noche. Emplea cremas y productos específicos para el contorno de ojos y evita que se formen bolsas y arrugas en esta zona.
- Dientes amarillentos a causa de la nicotina. Ten un cuidado bucodental muy exhaustivo para minimizar tanto como puedas este daño.
- Envejecimiento prematuro y arrugas, ya que fumar dificulta el suministro de sangre que mantiene el tejido de la piel con un aspecto suave y saludable. Las cremas antiaging te ayudarán en este aspecto.
- Pelo más fino. Fumar también daña tu cabello a causa de las sustancias tóxicas presentes en el humo del tabaco. Cuida bien tu cabello con todo lo que necesite y dale un extra de mimo si lo precisa: champú, acondicionadores, lociones, aceites, bálsamos…
- Aparición de estrías. La nicotina perjudica las fibras y tejidos conectivos de la piel, haciendo que esta pierda su elasticidad y fuerza natural. Emplea, pues, productos antiestrías para minimizar esta posible consecuencia.
- Reducción de nutrientes, como la Vitamina C, que ayuda a proteger y reparar el daño de la piel. Esto es causado por el humo, que contiene monóxido de carbono, el cual desplaza el oxígeno de la piel, y la nicotina, que reduce el flujo de sangre, dejando como resultado una piel seca y descolorida. En este sentido, te proponemos que elijas entre estos productos nutritivos faciales y corporales.
Un vicio difícil de abandonar
Tal y como informa El Mundo, “el consumo de tabaco supone la mayor causa de mortalidad prematura y evitable en todo el mundo. Se estima que actualmente el 22,5% de los adultos (32% de los hombres y el 7% de las mujeres) fuma tabaco. A pesar de los conocidos daños asociados al tabaco, sólo el 5% de los fumadores que intentan dejar el hábito por sí mismos aguantan la abstinencia durante los primeros seis meses, y alrededor de un 50-75% de los ex fumadores recae en la primera semana del intento”.
Dejar este vicio es difícil, lo sabemos; pero esperamos que los beneficios que te numeramos a continuación sean una motivación para proponerte abandonar este hábito y lograr dejarlo de una vez por todas. Según informa el programa de cesación del cigarrillo de La Neumológica –bajo el nombre Exfumaire- los beneficios de dejar de fumar son patentes tan solo a los 20 minutos de abandonar este vicio: la presión arterial disminuye y llega al nivel en el que se encontraba antes del último cigarrillo. Pasadas ocho horas, el nivel de monóxido de carbono en la sangre vuelve a ser normal. Un día entero (24 horas) sin fumar, reduce la probabilidad de un ataque cardiaco; dos días (48 horas), el gusto y el olfato empiezan a ser normales, sin verse tan afectados por el tabaco. Pasado más tiempo, más o menos a las 12 semanas, la función pulmonar aumenta un 30%. A los nueve meses, la tos y la dificultad para respirar se ven claramente reducidas. Si logras llegar a los 10 años sin fumar, el riesgo de cáncer de pulmón –así como el de boca, vejiga, riñón y páncreas- disminuye en un 50%.