¿Cómo evitar el acné en invierno?

Durante el invierno, las temperaturas bajas y el aire frío hacen que el rostro se exponga directamente a las toxinas ambientales y la contaminación. En este sentido, la dermis está complemente expuesta, por lo que la suciedad penetra y aparecen los indeseados granitos y espinillas. ¡No dejes que el acné sea una molestia en invierno!
El acné es una infección que se produce cuando los poros se obstruyen y que al infectarse pueden derivar en granos. Las glándulas sebáceas de la piel producen grasa para lubricar y proteger la piel. Esta grasa se expulsa a través de los poros, y por tanto si están obstruidos la zona se inflama formando los molestos granitos. Con la llegada del invierno esta situación empeora a causa de los cambios bruscos de temperatura entre el exterior y el interior, donde la calefacción provoca altas temperaturas. Por este motivo, la piel se reseca con mayor facilidad, y las células muertas taponan los poros.
![]() |
![]() |
![]() |
El cuidado facial en invierno tiene una atención especial si sufrimos acné. Hay que tener en cuenta que la piel está más seca de lo habitual y debemos actuar sobre ella de manera más delicada, sin agresividad. En primer lugar, una limpieza diaria será fundamental para reducir el acné, prevenir futuros brotes y eliminar en profundidad las impurezas. Repetir el paso por la noche para eliminar el maquillaje y la suciedad de todo el día y además, ayudará en la regeneración de la piel e impedirá la penetración de toxinas en las capas más profundas.
En segundo lugar, hay que hidratar. La hidratación es uno de los pasos esenciales para proteger la piel del frio y combatir el exceso de sebo. Un error que solemos cometer es tratar la piel con un producto contra el acné y no aplicar, después, una crema hidratante. Y es algo que no podemos olvidar. Una piel hidratada ayuda a mantener las capas de la piel intactas y, sobre todo, protegidas. Para ello, podemos utilizar productos con propiedades anti-inflamatorias para controlar el brillo y la producción de grasa.
A parte del tiempo y la temperatura, la alimentación también influye en el aspecto de la piel. Los lácteos, las pastas o los azúcares refinados son una causa del aumento de acné. Reducir el consumo de estos y otros alimentos y sustituirlos por verduras, frutas y minerales nos ayudará a evitar que el acné aparezca en nuestro rostro. ¡Protege tu piel del frío!