Bien Preparados al Sol
Para aprovechar solo sus beneficios, SIEMPRE hay que exponerse al sol con protección.
¿Qué necesitas saber para elegir tu fotoprotector ideal?
-Primero, tu tolerancia a la radiación solar, que es tu fototipo. Hay 6 fototipos, clasificados de menor a mayor tolerancia; a menor fototipo, mayor FPS (Factor de Protección Solar). Así, un SPF 50+ te aporta una protección muy alta, mientras que un SPF 10, una protección baja.
Se entiende como el FPS de un producto como el tiempo mínimo que es necesario para que aparezca el eritema solar con la aplicación de un protector y el tiempo necesario para conseguir el eritema sin usarlo, siempre estando expuesto al sol.
-Segundo, tener en cuenta las circunstancias. No es lo mismo el sol de montaña que el de playa, ni el del Mediterráneo que el del Caribe.
-Tercero, la textura. Puede ser crema, fluido, gel, aceite, bruma, stick, con o sin color… Es importante escoger la que más te guste, porque la reaplicación es esencial, al menos cada dos horas o después de cada baño solar.
Consejos prácticos
-Recuerda exfoliar tu piel quince días antes de empezar a tomar el sol, para favorecer un bronceado uniforme.
-Aplica tu protector solar al menos media hora antes de exponerte al sol. Ten especial cuidado de no dejar ninguna zona sin producto, especialmente pies, manos, detrás de las orejas, en los antebrazos…
-Utiliza un producto diferente para el rostro y para el cuerpo; los fotoprotectores faciales tienen una formulación diferente a los corporales, suelen incorporar más activos antiaging e hidratantes.
-Hidrátate a menudo, ¡hay que beber mucha agua! Al menos 6 u 8 vasos al día.
-No te expongas al sol en las horas de máxima incidencia solar, de 12 a 16 h.
-Protege tus ojos con gafas de sol homologadas y tu cabello con gorra o sombrero.
-No uses perfumes al sol y ten cuidado si estás tomando una medicación específica.
-Aplica siempre un producto para después del sol para calmar, reparar y prolongar el bronceado.